Título original: The Open Window Autor: Saki Versión en español: Miguel Lescano Eduardo López tenía mucho estrés. El doctor le recomendó pasar un tiempo en un pueblo en el campo. Antes de que Eduardo se vaya, su hermana le dijo:
"Yo te conozco. Vas a pasar todo el día en casa y no vas a hablar con nadie. Y eso te va a hacer peor. Yo estuve en ese pueblo por un mes. Por eso, voy a darte cartas para todas las personas que conozco. Así tú vas a hacer amigos." Eduardo llegó al pueblo. El primer día, fue a la casa de la señora Sánchez para darle su carta. Una chica de unos quince años abrió la puerta. Ella lo hizo pasar a la sala, y se fue arriba. Después de un momento volvió y dijo: "Mi tía viene en un momento. Yo soy María, sobrina de la señora Sánchez. Mucho gusto. Mi tía me pidió que le haga compañía hasta que ella venga." Eduardo no sabía de qué hablar con la chica. De hecho, no le gustaba hablar. Después de unos minutos de silencio, María preguntó: "Señor López, ¿Usted conoce a mucha gente en este pueblo?" Eduardo dijo: "A nadie. Mi hermana estuvo aquí hace cuatro años. Ella me dio cartas para algunas personas del pueblo." María dijo: "Entonces, ¿usted no sabe nada sobre mi tía?" Eduardo dijo: "Solo sé su nombre y dirección." Eduardo no sabía nada sobre la señora Sánchez. No sabía si tenía esposo. No sabía si tenía hijos. Pero había algo extraño en la casa. Eduardo no sabía qué era. María dijo: "Ya han pasado tres años desde la tragedia. Fue después de que su hermana estuvo aquí." Eduardo preguntó: "¿Qué pasó?" María dijo: "¿Usted vio que la puerta de la cocina está abierta, aunque hace frío?" En la cocina había una puerta grande. Desde esa puerta se podía ver el jardín. Eduardo dijo: "Bueno, no hace tanto frío. ¿Qué tiene que ver esa puerta con lo que pasó?" María dijo: "Fue hoy hace exactamente tres años. Mi tío salió a cazar con su perro. Salió por esa puerta y nunca volvió. Se cayó del puente, y murió en el río. Nunca encontraron el cuerpo. El perro no quiso comer, y también murió. ¡Fue horrible! Mi pobre tía aún cree que su esposo volverá un día. Cree que un día va a entrar por esa puerta con su perro. Por eso deja la puerta abierta hasta la noche. El día que murió, mi tío llevaba su sombrero y su rifle. A veces, me da un poco de miedo pensar que de verdad va a entrar por esa puerta." María se puso muy triste. Entonces llegó la señora Sánchez. Ella pidió perdón por llegar tarde, y dijo: "Espero que se haya divertido hablando con María." Eduardo dijo: "Eh... Es una chica muy interesante." La señora Sánchez dijo: "¿No le molesta la puerta abierta? Mi esposo debe llegar en cualquier momento. Cuando él sale al campo, llega con la ropa sucia. No quiero que entre por la puerta principal. Por eso tengo abierta la puerta de la cocina. " La señora seguía hablando sobre su esposo. A Eduardo le dio mucha pena. Él quería cambiar de tema, así que dijo: "El doctor me dijo que vaya a un lugar tranquilo. Por eso vine a este pueblo. Tengo que tomar mucha agua y hacer ejercicio. Pero no ejercicio muy fuerte. También tengo que estar en la naturaleza." Eduardo creía que a los demás les interesa escuchar sobre su enfermedad. Pero esto es normal. Muchas personas también creen lo mismo. La señora Sánchez dijo: "¡Ah! ¿De verdad? ¡Qué interesante!" Pero en realidad, ella tenía sueño. Ya era de noche. Ella tenía su mirada en la puerta abierta. De pronto, la señora Sánchez dijo: "¡Por fin llegaron! ¡Justo a tiempo para tomar el té! " Eduardo miró hacia la puerta abierta. En medio de la oscuridad vio la figura de un hombre. Llevaba un sombrero y un rifle. Venía con un perro. En medio del silencio, una voz grave dijo: "¡Por fin llegamos!" De inmediato, Eduardo salió corriendo. En unos segundos, ya estaba lejos. El hombre que llegó dijo: "Ya estamos en casa, querida. ¿Quién era el joven que salió corriendo?" La señora Sánchez dijo: "¡Ah! Ese era el señor López. Una persona muy extraña. Le gusta mucho hablar de su enfermedad. Y se fue corriendo sin decir nada. ¡Qué falta de educación! Es como si hubiera visto un fantasma." María dijo: "Quizá fue por el perro. Él me dijo que tiene miedo a los perros. Una vez, un grupo de perros lo siguió hasta un parque. Él tuvo que pasar toda la noche en un árbol. ¡Con razón les tiene miedo a los perros!" Ella era muy buena para crear historias.
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June 2019
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