El arroz verde (Level 1 fiction)

After finding a hair on his food, Pedro just wanted his money back. He could never imagine what was about to happen. An original story by Spanish Input. Leave your comments below!

EL ARROZ VERDE

PRIMERA PARTE

Un día, Pedro fue al centro comercial Plaza Norte. En el patio de comidas de Plaza Norte hay un restaurante llamado "El arroz verde". Este restaurante es muy famoso. Por todo el país hay locales de El arroz verde. Pedro pidió su plato favorito: Arroz con ensalada y carne de vaca. Pagó seis dólares por este plato. En diez minutos, su plato estaba listo. Pedro tomó su comida y fue a sentarse. Ese día el patio de comidas estaba lleno de gente.

Mientras estaba comiendo, Pedro se dio cuenta de que había un pelo en su plato. Pedro se acercó al jefe del local y le dijo:

-"Mire esto: Hay un pelo en mi plato. ¡Qué asco! Ustedes tienen que darme otro plato."

El jefe del local dijo: "Señor, nuestra cocina está limpia. Ese pelo no puede ser nuestro. Debe ser suyo. Lo siento, pero no podemos hacer nada."

Pedro dijo: "No puede ser mío. Este pelo es largo, y yo tengo el pelo corto."

- "Lo siento, señor. Usted tenía que haber visto eso antes de que el plato salga de aquí. Usted se llevó el plato sin decir nada. Por eso, ya no podemos hacer nada."

Pedro se fue a su casa. Estaba muy enojado. Decidió llamar a la oficina de El arroz verde. Encontró el número en internet. Llamó y escuchó este mensaje:

"Gracias por llamar a El arroz verde. Si conoce el número de extensión, márquelo ahora. Si desea hablar con ventas, marque uno. Departamento de cuentas, dos. Comité de fiestas, tres. Comité de chismes, cuatro. Departamento de asuntos sin importancia, cinco. Si está cansado de escuchar esta grabación y desea hablar con un ser humano, marque seis."

Pedro marcó el seis, y escuchó lo siguiente:

"Su llamada es muy importante para nosotros. En este momento todo nuestro personal está ocupado viendo un partido de fútbol. O quizás estén en una reunión hablando de lo importantes que son nuestros clientes. Por favor espere en la línea."

Pedro escuchó este mensaje por media hora. Por fin, una chica dijo:

-"Buenos días. Sara Jiménez a sus órdenes. ¿Cómo le podemos ayudar?"

Pedro dijo: "Mire, señorita. Hoy hice una compra en El arroz verde de Plaza Norte. Mientras estaba comiendo, vi que había un pelo en mi plato. Hablé con el jefe del local, pero él dijo que no podía hacer nada."

La chica dijo: "Bien. ¿Usted tomó una foto de su plato cuando lo recibió? Así usted podría demostrar que el pelo ya estaba ahí."

-"¿Qué? ¿Quién toma fotos de su comida?"

-"Todo el mundo lo hace, señor. Toman fotos de su comida para compartir en internet. Pero bueno... Si usted no tiene pruebas, lo siento. No podemos hacer nada."

-"Gracias por nada, señorita."

-"Que tenga un bonito día, señor."

Pedro no sabía qué hacer. En la noche, decidió publicar su historia en internet y se fue a dormir.

Al día siguiente, Pedro tenía un mensaje privado. Era de una cuenta llamada "Servicio al cliente El arroz verde". El mensaje decía:

"Don Pedro: Le pido perdón por el problema que usted tuvo. Vamos a darle mil dólares para que pueda olvidar todo este sufrimiento. ¿Cuál fue su forma de pago?"

Pedro estaba muy contento. Por fin alguien de la compañía lo había escuchado. Respondió que había pagado con la tarjeta de débito de su cuenta de banco. La otra persona le pidió su nombre completo y dirección. Pedro le dio estos datos.

La otra persona escribió: "Don Pedro, no encuentro este pago en nuestros registros. ¿Podría darme su fecha de nacimiento y número de identificación?"

Pedro dio con gusto toda esta información. La otra persona dijo que por fin había encontrado el pago y que le iba a llamar por teléfono. Pedro le dio su número de teléfono.

De inmediato, Pedro recibió una llamada. Una voz muy amable dijo: "Buenas tardes, Don Pedro. Soy Fernando, de servicio al cliente de El arroz verde. Antes de continuar necesito hacer una pregunta de seguridad: ¿Cuál es el número de cuenta con el que usted hizo el pago?"

Pedro dio su número de cuenta. Al día siguiente, Pedro tenía mil dólares más en su cuenta. ¡Estaba feliz! No esperaba tener una solución tan rápida a su problema.

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SEGUNDA PARTE

Han pasado algunos meses. Pedro está en el teatro con su novia. Van a comprar entradas. Quieren ver "El fantasma de la ópera". Hoy es la última presentación. La última oportunidad de verla. Pedro pide dos entradas. Pero el cajero dice:

"Lo siento, señor, pero no hay suficientes fondos en su cuenta."

Pedro dice: "¡No puede ser! El lunes recibí mi sueldo."

-"Lo siento, señor. Ya intenté pasar su tarjeta de débito tres veces. Su banco dice que no hay fondos."

Pedro se siente muy mal. Ha pasado varios meses trabajando en un proyecto muy importante. Por eso no ha podido salir con su novia antes. Y le había dicho que la llevaría a ver "El fantasma de la ópera". Pero ya no podía hacer nada. Tuvo que pedir perdón a su novia y llevarla a casa.

Al día siguiente, Pedro va al banco. Está seguro de que todo es un error. Quizá la red del banco tuvo un problema. Quizá la banda de la tarjeta ya no sirve. Pedro habla con Servicio al Cliente del banco y explica lo que pasó:

"Señorita, anoche traté de hacer una compra. Pero me dijeron que no había suficiente dinero en mi cuenta. Mi novia escuchó todo. ¡Qué vergüenza!"

La chica de Servicio al Cliente buscó la cuenta de Pedro en su computadora, y dijo:

"Así es, señor. Ayer por la mañana usted dejó su cuenta en cero."

Pedro dijo: "¿Qué? ¡Yo no hice eso! ¡Tiene que haber un error!"

-"Pues aquí está en el sistema, señor. Fue ayer a las siete de la mañana. Usted sacó todo el dinero de su cuenta."

-Un momento. ¿Siete de la mañana? ¿Qué agencia de este banco está abierta a a las siete?

-Déjeme revisar, señor. A ver... aquí está. Es la agencia del puerto, en el sur de la ciudad. Es la única que está abierta a esa hora.

-¡Pero yo vivo y trabajo en el norte! ¡Nunca estoy en el sur a las siete de la mañana! Ustedes deben tener cámaras de seguridad. Vean las cámaras y verán que yo no hice ese retiro de dinero.

-Déjeme revisar, señor. Un momento. No, lo siento. Ayer las cámaras no estaban funcionando. En verdad, todo esto es muy sospechoso, señor. Voy a reportar este caso como un caso de fraude. Vamos a hacer una investigación interna. En unas dos semanas usted tendrá su dinero de vuelta.

-¡Unas dos semanas! ¡Yo necesito pagar cuentas y necesito comer! ¿Qué voy a hacer hasta entonces?

-Usted podría pedir un crédito, señor. Nosotros tenemos el interés más bajo del mercado.

-Está bien. Creo que no tengo otra opción. Necesito un crédito de mil dólares por un mes.

-Por supuesto, señor. Voy a revisar en el sistema para ver si se lo podemos dar. Un momento.

La chica estuvo un rato escribiendo en su computadora. Pedro estaba nervioso. Por fin, la chica dijo:

-Lo siento, señor. No podemos darle el crédito. Usted ya ha pedido tres créditos en diferentes bancos, y no los ha pagado.

Pedro tenía mucho miedo. Él nunca había pedido ningún crédito. ¿Qué estaba pasando?

Pedro fue víctima de robo de identidad. Meses atrás, Pedro escribió su historia sobre "El arroz verde" en internet. La cuenta que le envió el mensaje privado no era una cuenta oficial. Era una cuenta de una banda criminal. Pedro dio todos sus datos personales a esta banda. La banda pidió varios créditos en nombre de Pedro. Por último, dejó su cuenta en cero. Pedro ahora tiene mucho trabajo por hacer para limpiar su nombre.

Fin.

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